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Síndrome de quemarse por el trabajo (Burn out) y Pandemia

Francisca Morales y Rosa Santelices


En el año 2000, el síndrome de burnout es reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2000), como un factor de riesgo laboral, que afecta la calidad de vida y salud mental de las personas, codificado como Z73, en el CIE 10 (Clasificación Internacional de Enfermedades), como problema relacionado con el manejo de las dificultades de la vida, agotamiento (burnout). (OMS, 2020). Según Maslach, (1981) el burnout, ocasiona problemas físicos y psíquicos en la persona, causada por el desgaste físico, cognitivo y emocional, conocido también como una condición multidimensional que se da en el entorno laboral. Veinte años después, en la asamblea de la OMS (2020), N°72 realizada en mayo del 2019 en Ginebra, se incorpora y reconoce el burnout como una enfermedad, bajo el código QD8, en el CIE-11; la cual ingresará en vigencia para enero del año 2022; cabe destacar, que debido a los hallazgos encontrados en distintas investigaciones, la asamblea de la OMS decidió reconocer por primera vez el burnout como un enfermedad condicionada al contexto laboral, destacando las características del síndrome de burnout, determinadas por “ la sensación de agotamiento, cinismo o sentimientos negativos relacionados con su trabajo” (Expansión, 2019).

El médico Psiquiatra, Herbert Freudenberg (1974), fue el primero en referirse al tema de “síndrome de agotamiento laboral” quien conceptualizó la patología a través de la observación en pacientes. Se observó un patrón conductual que se relacionaba al estado de agotamiento físico y mental, presente en los pacientes a causa de la labor que ejercían. Tiempo después tras el seguimiento y observación a este tipo de agotamiento evidenciado; lo llamo el síndrome de burnout; la cual se caracteriza por “la sensación de agotamiento, decepción y pérdida de interés por la actividad laboral que surge especialmente en aquellos que se dedican a profesiones de servicio, como consecuencia del contacto diario con su trabajo” (Freudenberg, 1974). Otras investigaciones, evidencian que personas con un pobre autoestima, síntomas depresivos y síntomas ansiosos están predispuestas a sufrir de Burnout.

En el contexto pandémico, las cifras de personas afectadas con este fenómeno han crecido significativamente, y no sólo a trabajadores del área de salud, sino también a trabajadores de otras áreas y a estudiantes. Esto debido a que el teletrabajo o las videoclases en el caso de los estudiantes, modalidad que han empleado muchas instituciones, provocan lo que se conoce como ‘’always on’’, es decir, estar siempre conectado a los dispositivos tecnológicos, dando espacio a que surja una fatiga digital, desgastando mental y físicamente a las personas en consecuencia de no desconectarse digitalmente.

De esta manera es que el teletrabajo difumina la línea que hay entre el mundo laboral con el mundo familiar y/o el tiempo libre, provocando una gran fuente de estrés para quien debe cumplir con actividades laborales/educativas y paternales/maternales o familiares a la misma vez. Estos niveles de estrés generan, en el caso de los trabajadores, que aparezca lo que se denomina como absentismo laboral, es decir, el abandono o la ausencia de las actividades laborales, lo que principalmente se visualiza en el aumento de licencias médicas.

Así mismo, las dificultades de concentración, disminución del rendimiento y la falta de motivación en el ámbito laboral o educativo afectan negativamente al autoestima de trabajadores y estudiantes, al sentir la ausencia de logros propios y en consecuencia la no realización personal.

La exposición continua a estresores que superan las capacidades físicas y cognitivas de los trabajadores y estudiantes, se vinculan al desarrollo del Síndrome de Burnout. No obstante, les dejamos las siguientes recomendaciones en caso de que creas estar experimentando Burnout:


-Toma un tiempo libre y cuida de tu salud tanto física como mental, es decir, toma una pausa y observa tu cuerpo, identifica los malestares, realiza ejercicios y emplea una dieta sana para mejorarlo, destina un tiempo en salir a caminar o realiza actividades que ayuden a desconectarte del trabajo y la tecnología.


-Establece prioridades laborales y familiares: Que no se olvide la vida personal!. Trabajar desde casa puede provocar que se deje de lado el aspecto familiar o social, por lo que habrá ocasiones en donde se debe priorizar las actividades personales antes que el trabajo, por esto también es importante analizar si es el trabajo o la universidad quien está exigiendo o en verdad es la persona misma la que se está sobre exigiendo.


-Busca apoyo en tus cercanos: Expresar y compartir desde la honestidad y el respeto tu sentir y malestar a tus familiares y/o amigos, puede convertirse en un alivio ya que compartes la carga que sientes. Tener este tipo de conversaciones apuntan al autocuidado brindando espacios de introspección y también pueden servir para conocer otra perspectiva de sí mismo (por un otro).

Si aún así sigues sintiéndote abrumado, recuerda que puedes recurrir por ayuda psicológica profesional.





Bibliografía

Gil-Monte, P. (2005). El síndrome de quemarse por el trabajo (burnout) (Primera edición ed.). Pirámide.

Chavez, K. Y Quito, J. (2019). Estrategias de Prevención y Afrontamiento del Síndrome de Burnout en estudiantes del internado rotativo de las carreras de medicina y enfermería. [Archivo PDF] http://dspace.unach.edu.ec/bitstream/51000/5433/2/UNACH-EC-FCS-ENF-2019-GUIA-0006-1.pdf

Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo. (2018, noviembre). El efecto sobre la salud de los riesgos psicosociales en el trabajo: una visión general. Retrieved abril, 2021, from http://www.insst.es/catalogopublicaciones/

Organización Mundial de la Salud (2010). “Impacto en la salud de riesgos psicosociales en el trabajo: visión general”. https://www.insst.es/documents/94886/538970/El+efecto+sobre+la+salud+de+los+riesgos+psicosociales+en+el+trabajo+una+visi%C3%B3n+general.pdf/7b79def3-88be-4653-8b0e-7518ef66f518



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