Los beneficios del arteterapia: una puerta hacia el bienestar integral
- Susana Pérez Hidalgo
- hace 4 días
- 6 Min. de lectura
“el arte nos permite decir cosas que no podemos expresar de otra manera”
Malchiodi (2003)
Al permitir que el arte hable por nosotros, nos brinda la posibilidad de sanar, crecer y descubrir nuevas formas de estar en el mundo. Como disciplina contemporánea con raíces profundas en la historia de la psicología, la pedagogía y el arte, el arte terapia sigue evolucionando, demostrando su capacidad para transformar vidas y abrir canales de expresión que trascienden las palabras.El arte terapia es una disciplina que combina el proceso creativo del arte con la terapia psicológica, ofreciendo un espacio donde las personas pueden expresar emociones, pensamientos y experiencias de manera no verbal. Utiliza técnicas como pintura, dibujo, escultura, collage y otras manifestaciones artísticas, con el objetivo de promover la salud emocional, mental y social (Malchiodi, 2003). A diferencia de la terapia tradicional que se basa en la palabra, el arte terapia permite acceder a dimensiones más profundas del ser, muchas veces difíciles de expresar verbalmente.

El arte terapia es especialmente útil en niños, adolescentes y adultos que atraviesan momentos de crisis, duelos, procesos de enfermedad o que buscan reconectarse consigo mismos. Además, favorece la inclusión y la integración social, permitiendo compartir experiencias creativas en grupo, lo que fomenta la empatía y el sentido de pertenencia (Kramer, 1971; Rogers, 1961).
Orígenes y antecedentes del arte terapia
¿cómo surge este descubrimiento del arte como recurso terapéutico?
Aunque la formalización del arte terapia se sitúa en la segunda mitad del siglo XX, sus raíces son más tempranas. A fines del siglo XIX, el psiquiatra Max Simon en Francia y el alemán Hans Prinzhorn se interesaron por la producción plástica de personas con enfermedades mentales (Prinzhorn, 1972). Prinzhorn, en particular, recopiló una vasta colección de obras creadas por pacientes psiquiátricos, reconociendo en ellas no solo un valor estético, sino también una ventana a su mundo interno.

Durante el siglo XX, se profundizó la relación entre arte y salud mental, influenciada por el uso de figuras rituales y símbolos con fines curativos, así como por los planteamientos de Freud y Jung sobre el lenguaje simbólico del inconsciente (Jung, 1964). Paralelamente, pedagogos como Decroly, Montessori y Rudolf Steiner fomentaron la creatividad infantil mediante métodos activos de enseñanza, resaltando el valor expresivo del arte (Decroly, 1925; Montessori, 1912; Steiner, 1996).
Destacan también colecciones internacionales que documentan el arte psicopatológico, como la colección parisina de Marie del Hospital Saint-Anna, y la Colección de Arte Bruto de Jean Dubuffet (1973), actualmente en Lausanne (Dubuffet, 1973). En América Latina, el Hospital Víctor Larco Herrera en Lima (Perú) resguarda desde los años 1920 una colección de expresiones pictóricas creadas por pacientes esquizofrénicos, impulsada por el Dr. H. Delgado, contemporáneo de Prinzhorn.
"Jean Dubuffet fue el creador del Art Brut (arte en bruto), una corriente artística caracterizada por obras producidas por no profesionales, quienes crean desde su espontaneidad e instinto, sin seguir normas estéticas académicas y sin preocuparse por los valores intelectuales tradicionales. El término 'Art Brut' se refiere a un arte puro y auténtico, creado por personas por personas que no son artistas, como autodidactas, pacientes psiquiátricos, niños , etc."
Formalización y expansión del arte terapia
El arte terapia se consolidó como práctica clínica formal en la segunda mitad del siglo XX. Entre sus pioneras figura Margaret Naumburg, psicoterapeuta estadounidense con formación psicoanalítica, considerada una de las primeras en incorporar la expresión plástica como herramienta terapéutica central. Para Naumburg (1950), la terapia artística permite expresar los sentimientos y pensamientos inconscientes mediante imágenes, más allá de las limitaciones del lenguaje verbal.
Por su parte, Edith Kramer, educadora de arte y también iniciadora del arte terapia, defendió el valor del proceso creativo como una vía para ampliar la experiencia humana. Según Kramer (1971), el arte permite reexperimentar, resolver e integrar conflictos, brindando un espacio de sanación a través de la creación, sin necesidad de interpretación verbal.
Otros teóricos han reforzado esta visión. Lowenfeld (1957), en su obra sobre desarrollo infantil, destacó que el arte permite la expresión libre y creativa, fomentando la autoexploración y la resolución de tensiones internas. Carl Rogers (1961) subrayó la importancia de un clima terapéutico centrado en la persona, donde la creatividad se convierte en vehículo de autoexploración y crecimiento personal. Por su parte, Winnicott (1971) señaló que el juego creativo y la creación artística ofrecen un espacio transicional donde el individuo puede integrar experiencias internas y externas, fortaleciendo su identidad y su capacidad para establecer relaciones saludables.
Existen diversos enfoques que asumen el arte como un facilitador en los procesos terapéuticos, destacándose el modelo propuesto por Natalie Rogers, quien desarrolló la Terapia Expresiva Centrada en la Persona. Rogers comprendió el arte como un lenguaje universal, capaz de abrir espacios de exploración y expresión genuina. Su enfoque se sostiene en la convicción de que cada individuo es valioso y digno, con capacidad para autodirigirse. Confía en el impulso humano hacia el crecimiento, que se nutre en un ambiente de escucha empática, cuidado no posesivo y apertura congruente.
El término “artes expresivas” alude a la utilización de diversas formas de arte —movimiento, plástica, música, redacción creativa— para expresar sentimientos internos y favorecer la sanación emocional. Estas manifestaciones son lenguajes del alma y del espíritu, útiles para explorar el amplio rango de emociones humanas y desarrollar un sentido positivo del self. La combinación del enfoque centrado en la persona con las artes expresivas es una evolución natural: el arte se convierte en un medio para acercarse a emociones profundas como miedo, vergüenza, culpa o enojo, y transformar esas experiencias en puentes hacia la alegría, el amor y la compasión.
El terapeuta brinda a cada persona la posibilidad de experimentar distintas formas de expresión, integrando el color, el movimiento y otros lenguajes artísticos para alcanzar una mayor comprensión emocional y un proceso de sanación auténtico.

Beneficios del arte terapia
El arte terapia no solo se ha convertido en un recurso terapéutico válido, sino que sus beneficios han sido ampliamente documentados (Malchiodi, 2012):
Expresión emocional: Facilita la manifestación de sentimientos y conflictos internos, liberando tensiones acumuladas.
Autoconocimiento: A través del proceso creativo, la persona puede descubrir aspectos desconocidos de sí misma y reflexionar sobre ellos.
Reducción del estrés y la ansiedad: El acto de crear se convierte en una forma de meditación activa que promueve la calma y el equilibrio.
Fortalecimiento de la autoestima: Valorar el proceso creativo potencia la confianza personal y una percepción positiva de uno mismo.
Estimulación cognitiva: Fomenta habilidades como la concentración, la planificación y la resolución creativa de problemas.
Son muchos los beneficios que entrega el arte y está al alcance de todos. Permite la expresión genuina de aquellas emociones atrapadas y de los sentimientos que permanecen ahogados en el cuerpo. No es fácil conectarse y expresar lo que sentimos, pero cuando estas emociones se expresan y se gestionan, dejan de incomodar y de pesar. En este espacio creativo reafirmamos la aceptación, la empatía y el respeto, dejando afuera juicios y valorando la experiencia subjetiva de cada persona, alentándola a encontrar su propio significado y camino. La creatividad es inherente al ser humano y puede ser una herramienta poderosa para enfrentar emociones difíciles como la ira, el miedo o el duelo. El arte se presenta así como un lenguaje universal capaz de comunicar más allá de las palabras, integrando intuición, corporalidad y emocionalidad.
En Centro Rumbos utilizamos recursos terapéuticos como el arte terapia, la creación y la meditación para promover el bienestar emocional y mental de las personas. Estos enfoques permiten abrir espacios de expresión y autoconocimiento, donde se pueden explorar emociones atrapadas y gestionar sentimientos difíciles. A través del arte, la creatividad y la práctica meditativa, reafirmamos la aceptación, la empatía y el respeto, brindando un entorno seguro y acogedor donde cada persona puede encontrar su propio camino hacia la sanación y el equilibrio. talleres@centrorumbos.cl Referencias
Decroly, O. (1925). L'évolution mentale de l'enfant. Imprimerie J. Duculot.
Dubuffet, J. (1973). Asphyxiante culture. Gallimard.
Jung, C. G. (1964). El hombre y sus símbolos. Editorial Paidós.
Kramer, E. (1971). Art as therapy with children. Schocken Books.
Lowenfeld, V. (1957). Creative and mental growth. Macmillan.
Malchiodi, C. A. (2003). The art therapy sourcebook. McGraw-Hill.
Malchiodi, C. A. (2012). Handbook of art therapy (2nd ed.). Guilford Press.
Montessori, M. (1912). The Montessori method. Frederick A. Stokes Company.
Naumburg, M. (1950). Psychoneurotic art: Its function in psychotherapy. Grune & Stratton.
Prinzhorn, H. (1972). Artistry of the mentally ill. Springer.
Rogers, C. R. (1961). On becoming a person: A therapist's view of psychotherapy. Houghton Mifflin.
Steiner, R. (1996). The education of the child. Anthroposophic Press.
Winnicott, D. W. (1971). Playing and reality. Tavistock Publications.
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