Por Ps. Susana Pérez Hidalgo
A dos años que se cumplen del “Estallido Social", en Chile y luego de un periodo prolongado de limitaciones como medidas "en pandemia", en que el encierro, la incertidumbre y el miedo que sintieron muchas personas , afecto su salud mental y muchas de las consecuencias surgen ahora con forma de fobia social, crisis de pánico , sentimientos de soledad , de indefensión de las personas en todo el mudo.
En Chile e nos encontramos viviendo un proceso de elecciones que definirán quién será el líder de los próximos 4 años. En este momento la situación define dos posibilidades y las personas por un lado asumen una posición categórica frente al candidato que creen define mejor
Si votar ya implica una acción compleja de razonamiento, que además es fuertemente afectada por nuestras emociones, y sumada a un contexto actual en el que prima la ansiedad e incertidumbre, la interacción con las redes sociales del votante hace la elección aún más difícil. A lo anterior, se suma un escenario de vida en que los factores económicos, políticos y culturales de inestabilidad, nos hacen proyectar la fantasía de un ser "elegido para rescatarnos de una vida en que sobrevivir esta siendo muy difícil para el común de las personas“ . El actual escenario es complejo. Son muchos temas con los que el Chileno del siglo XXI está lidiando. Por nombrar algunos, una nueva Constitución en proceso, el aplazamiento del estado de excepción constitucional en la Araucanía, y una acusación constitucional contra el presidente de nuestro país que no da tranquilidad y confianza en los líderes del mercado. Entonces el votante silencioso, que constituye finalmente el que marca la diferencia en el resultado, está en la encrucijada de no saber a quién entregar su voto.
De acuerdo a Daniel Eskible, psicólogo clínico especialista en "psicología del votante", elegir un candidato está determinado al menos por siete variables, que hacen un primer proceso selectivo, esto es : "si pertenece a mi grupo social (target), si se identifica con mi problema, si ofrece alguna solución, si tiene personalidad y qué capacidad podemos constatar que tiene para resolver los temas que consideramos necesarios, además de otros factores, como el grado de posicionamiento que ocupa en mi escala mental y la confianza que me inspira el candidato- complicada decisión para un cerebro que tiene la función de tomar decisiones- en cada momento estamos eligiendo qué hacer y que dejar de hacer.
La zona encargada de ejercer las habilidades llamadas “superiores “ es la corteza prefrontal, en la cual el área orbito frontal ventro medial se pone en acción para enfrentarnos a todo en este dilema. De esta manera, el cerebro en primera instancia, recopila información, considerando más que datos, experiencias. Es la evocación de una memoria emocional en que las vivencias del pasado definen ideas actuales y muchas veces instalan creencias de la realidad. Es así como el rol de las emociones en las decisiones que tomamos es clave y afectan el voto a la hora de escoger un candidato.