Muchos niños y jóvenes viven diariamente en silencio la violencia de parte de sus pares. En Chile hasta un 85% de los escolares refiere haber sufrido Bullying. Cuando esto sucede, ir al colegio se transforma es un gran esfuerzo que implica ansiedad, miedo y sufrimiento.
Debido a variables culturales, es posible encontrar diferencias en la manifestación de la agresión que ejercen los varones a sus pares en comparación a los métodos de hostigamiento de las mujeres. Los hombres tienden a incluir con más facilidad violencia física en comparación a las mujeres que utilizan predominantemente el rumor, la descalificación, la burla y la exclusión como forma de hostigamiento.
Se ha visto también que en la adolescencia temprana se presenta la mayor cantidad de casos y que las conductas violentas son transversales en cuanto a nivel socioeconómico y se presentan en todo tipo de establecimientos educacionales.
¿Cuáles son los factores de riesgo que posibilitan una mayor incidencia de conductas violentas entre pares?
Se ha investigado que las conductas de bullying se correlacionan con un ambiente familiar de escasa comunicación entre padres e hijos y dificultad para hablar de los problemas.
A su vez, los padres que presentan formas violentas de relacionarse, así como dificultad para resolver conflictos exponen más a sus hijos a constituirse en agresores o víctimas.
También se ha observado que pasar muchas horas viendo televisión y conectados a la tecnología sin supervisión de los padres es un factor de riego significativo.
Es un hecho demostrable que la experiencia de bullying violenta y genera daño psicológico tanto para las víctimas, como para los agresores e incluye a quienes son testigos pasivos de estos hechos.
Los estudios han demostrado la incidencia de síntomas psicosomáticos, como ansiedad, síntomas depresivos, dolor abdominal, problemas de sueño, sentirse tenso o cansado, disminución o incremento del apetito y futuras crisis de angustia en jóvenes y niños víctimas de bullying.
Entonces, ¿Cuáles son los factores protectores que posibilitan construir relaciones sanas y positivas entre pares?
Un factor de protección es tener una relación de respeto y confianza entre los estudiantes con sus profesores y también en el ambiente familiar en que vive el niño.
Los niños que pertenecen a familias en que se considera el respeto por el otro y los problemas se resuelven dialogando y tomando en cuenta opiniones distintas, protegen a sus hijos de ser agresores.
A su vez, también es importante un ambiente familiar que posibilita el desarrollo de habilidades socioemocionales en los hijos a nivel intrapersonal como interpersonal. Es decir, un niño que se conoce a sí mismo y reflexiona sobre su conducta construye también relaciones constructivas con sus pares. Si en la familia se cultivan las relaciones colaborativas, el trabajo en equipo y la empatía, el niño va a reproducir este modo de relación con sus pares en el colegio.
¿Qué pueden hacer los padres ante la presencia de bullying?
Es muy importante romper el silencio y crear instancias para hablar del tema, es decir, plantear la problemática de que esta situación sucede y la viven muchos niños y adolescentes.
Reforzar las formas de prevención, del respeto mutuo y la importancia de buscar ayuda cuando esto sucede. También es necesario crear instancia de aprendizaje en resolución de conflictos y que el niño sepa a qué adultos acudir en caso de vivir esta situación.
Los niños requieren buenos modelos en sus adultos cuidadores, que sean una autoridad y trasmitan seguridad y confianza. Ellos están permanentemente observando la forma en que se relacionan sus padres y cómo resuelven situaciones conflictivas.
What can parents do in the presence of bullying?
22 July 2019
Many children and young people experience daily violence from their peers in silence. In Chile, up to 85% of school children report having suffered from bullying. When this happens, going to school is a great effort that involves anxiety, fear and suffering.
Due to cultural variables, it is possible to find differences in the manifestation of aggression by males to their peers compared to the methods of harassment of women. Men tend to more readily include physical violence compared to women who predominantly use rumor, disqualification, teasing, and exclusion as a form of harassment.
It has also been seen that early adolescence presents the greatest number of cases and that violent behaviors are transversal in terms of socioeconomic level and occur in all types of educational establishments.
What are the risk factors that make possible a greater incidence of violent behavior among peers?
It has been researched that bullying behaviors are correlated with a family environment of poor communication between parents and children and difficulty in talking about the problems.
At the same time, parents who present violent forms of relationship, as well as difficulties in resolving conflicts, expose their children to greater risk of becoming aggressors or victims.
It has also been observed that spending many hours watching television and connected to technology without parental supervision is a significant risk factor.
It is a demonstrable fact that the experience of violent bullying generates psychological damage for both victims and aggressors as well as for those who are passive witnesses of these events.
Studies have shown the incidence of psychosomatic symptoms such as anxiety, depressive symptoms, abdominal pain, sleep problems, feeling tense or tired, decreased or increased appetite and future distress crises in young people and children victims of bullying.
So, what are the protective factors that make it possible to build healthy and positive relationships between peers?
One protective factor is having a relationship of respect and trust between students and their teachers and also in the family environment in which the child lives.
Children who belong to families in which respect for others is considered and problems are solved through dialogue and taking into account different opinions, protect their children from being aggressors.
At the same time, a family environment that enables the development of social-emotional skills in children on an intrapersonal as well as interpersonal level is also important. In other words, a child who knows himself and reflects on his behavior also builds constructive relationships with his peers. If collaborative relationships, teamwork and empathy are cultivated in the family, the child will reproduce this mode of relationship with his or her peers at school.
What can parents do in the presence of bullying?
It is very important to break the silence and create instances to talk about the subject, which means to raise the problem that this situation happens and is experienced by many children and adolescents.
Reinforce forms of prevention, mutual respect and the importance of seeking help when this happens. It is also necessary to create instances of learning in conflict resolution so that the child shall know which adults to turn to in case he or she lives this situation.
Children need good models in their adult caregivers, who are an authority and transmit security and confidence. They are permanently observing the way their parents relate to each other and how they solve conflictive situations.