Mindfulness en psicoterapia: modelos clínicos y aplicaciones basadas en la evidencia
- Centro Rumbos
- hace 7 días
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En pocas décadas, mindfulness (conciencia plena) pasó de sus raíces contemplativas a ocupar un lugar central en la clínica psicológica. Definido por Kabat-Zinn (1990) como “prestar atención de manera intencional al momento presente, sin juzgar”, se ha consolidado como un recurso transteórico y transdiagnóstico: dialoga con enfoques cognitivos, conductuales y psicodinámicos, ampliando nuestra comprensión de los procesos de cambio y el repertorio de intervenciones disponibles.
Más allá de la variedad de protocolos, hay un núcleo común: entrenar una forma de presencia abierta y aceptante que transforme la relación del paciente con su experiencia interna y con su entorno. En términos clínicos, mindfulness opera como proceso psicológico, modo de conciencia y mecanismo de cambio (Baer, 2003; Bishop et al., 2004). Sus componentes más descritos incluyen: (1) atención al presente, (2) apertura/mente de principiante, (3) aceptación y no juicio, (4) soltar o defusión de pensamientos y emociones, y (5) intención/propósito.
Cinco modelos clínicos que integran mindfulness
1) MBSR – Reducción de Estrés Basada en Mindfulness (Kabat-Zinn)Programa pionero de 8 semanas que combina meditación, body scan, yoga consciente y prácticas de atención plena en la vida diaria. Su objetivo es cultivar recursos de afrontamiento ante el estrés, el dolor crónico y condiciones médicas, con evidencia acumulada de efectividad (Grossman et al., 2004).
2) MBCT – Terapia Cognitiva Basada en Mindfulness (Segal, Williams y Teasdale)Diseñada para prevenir recaídas en depresión crónica. Integra estructura MBSR con técnicas cognitivas y el descentramiento: observar los pensamientos como eventos mentales transitorios, no como verdades absolutas.
3) DBT – Terapia Dialéctica Conductual (Linehan)Indicada para trastorno límite de la personalidad. Equilibra aceptación y cambio e incorpora mindfulness en un entrenamiento de habilidades junto con regulación emocional, tolerancia al malestar y efectividad interpersonal. Presenta resultados robustos en reducción de conductas suicidas e impulsivas (Linehan et al., 2006).
4) ACT – Terapia de Aceptación y Compromiso (Hayes)Desde la Teoría de los Marcos Relacionales, trabaja fusión cognitiva, evitación experiencial y clarificación de valores. El foco no es eliminar el malestar, sino vivir conforme a valores con disposición abierta a la experiencia (aceptar, elegir, actuar; Hayes et al., 2006).
5) BRT – Terapia Breve Relacional (Safran y Muran)Enfoque psicodinámico que usa mindfulness para sostener el aquí-y-ahora de la relación terapéutica, detectar rupturas de alianza y promover experiencias correctivas. Favorece la presencia y la mentalización tanto en paciente como en terapeuta.

Aplicaciones clínicas (síntesis de evidencia)
Depresión y ansiedad: eficacia de MBSR, MBCT y DBT en reducción sintomática y prevención de recaídas (Kabat-Zinn et al., 1992; Teasdale et al., 2000).
Trastornos de personalidad: DBT y ACT reducen impulsividad, ideación suicida y evitación experiencial (Linehan et al., 2006; Twohig & Woods, 2004).
Trastornos alimentarios: MBSR y DBT disminuyen atracones y conductas purgativas (Kristeller & Hallett, 1999; Safer et al., 2001).
Adicciones: MBSR, DBT y ACT apoyan abstinencia y prevención de recaídas (Hayes et al., 2004; Linehan et al., 1999).
Condiciones médicas: beneficios en dolor crónico, cáncer, fibromialgia, enfermedades cardiovasculares, epilepsia y diabetes tipo 2 (Carlson et al., 2004; Wicksell et al., 2007).
Contextos no clínicos: efectos positivos en educación, relaciones de pareja, práctica médica y prevención de burnout en profesionales de la salud (Carson et al., 2004; Shapiro et al., 2005).
Caja de herramientas: prácticas breves para el autocuidado y la clínica
Mindfulness es entrenar la capacidad de estar aquí y ahora, notando lo que ocurre sin juzgar y con amabilidad. Si surge inquietud o malestar, observamos, nombramos y dejamos pasar, volviendo a anclar la atención. La práctica regular—breve y frecuente—potencia los beneficios.
1) Respiración consciente (3–5 min). Siéntate cómodo/a. Lleva la atención a la inhalación y exhalación. Nota el movimiento del abdomen o el roce del aire en la nariz. Cuando aparezcan pensamientos, reconócelos y regresa a la respiración, sin pelearte con ellos.
2) Anclaje sensorial (2–3 min). Explora los cinco sentidos para estabilizar atención: colores y formas a la vista, sonidos del entorno, temperatura/roces en la piel, olores presentes, sabor en la boca. Para la ansiedad y rumiación.
3) Escucha activa (en sesión o vida cotidiana). Mientras otro habla, dirige atención a palabras, tono y corporalidad. Deja en pausa la respuesta interna. Si notas juicios o impulsos de interrumpir, obsérvalos y vuelve al otro. Favorece empatía y alianza terapéutica.
4) Aceptación amable (1–2 min arias veces al día). Nombra la emoción que aparece (“tristeza”, “ansiedad”, “rabia”). Lleva una mano al pecho o abdomen y permite la experiencia tal como es, sin intentar suprimirla. Repite internamente: “Puedo estar con esto, ahora.”
5) Meditación breve guiada por la respiración (5–10 min). Postura estable, ojos cerrados o semicerrados. Cuenta respiraciones del 1 al 10 y vuelve a empezar. Si te distraes, nota y vuelve. Esta práctica simple reduce estrés y mejora regulación atencional.
Referencias seleccionadas
Baer, R. A. (2003). Mindfulness training as a clinical intervention: a conceptual and empirical review. Clinical Psychology: Science and Practice, 10(2), 125–143.
Bishop, S. R., Lau, M., Shapiro, S., Carlson, L., et al. (2004). Mindfulness: a proposed operational definition. Clinical Psychology: Science and Practice, 11(3), 230–241.
Carlson, L. E., Speca, M., Patel, K. D., & Goodey, E. (2004). MBSR and quality of life, mood, stress and cortisol in cancer outpatients. Psychoneuroendocrinology, 29(4), 448–474.
Grossman, P., Niemann, L., Schmidt, S., & Walach, H. (2004). MBSR and health benefits: A meta-analysis. Journal of Psychosomatic Research, 57(1), 35–43.
Hayes, S. C., Strosahl, K., & Wilson, K. G. (1999). Acceptance and Commitment Therapy. Guilford.
Hayes, S. C., Luoma, J. B., Bond, F. W., Masuda, A., & Lillis, J. (2006). ACT: model, processes and outcomes. Behaviour Research and Therapy, 44(1), 1–25.
Kabat-Zinn, J. (1990). Full Catastrophe Living. Delacorte.
Kabat-Zinn, J., Massion, M. D., Kristeller, J., Peterson, L. G., et al. (1992). Meditation-based stress reduction for anxiety disorders. American Journal of Psychiatry, 149(7), 936–943.
Linehan, M. M. (1993). Cognitive-Behavioral Treatment of Borderline Personality Disorder. Guilford.
Linehan, M. M., Comtois, K. A., Murray, A. M., et al. (2006). RCT DBT vs experts for suicidal behavior in BPD. Archives of General Psychiatry, 63(7), 757–766.
Safran, J. D., & Muran, J. C. (2005). La alianza terapéutica. Una guía para el tratamiento relacional. Desclée de Brouwer.
Segal, Z. V., Williams, J. M. G., & Teasdale, J. D. (2002). Mindfulness-Based Cognitive Therapy for Depression. Guilford.
Teasdale, J. D., Segal, Z. V., Williams, J. M., et al. (2000). Prevention of relapse by MBCT. Journal of Consulting and Clinical Psychology, 68(4), 615–623.
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