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: "Las Cuatro Nobles Verdades en Tiempos de Incertidumbre"



Descubriendo la Luz en Tiempos Complejos


"En tiempos complejos, turbulentos y dolorosos el budismo a través de las cuatro nobles verdades nos entregan paz , serenidad y un camino de transformación humana, de sabiduría y composición"



Vivimos tiempos complejos, de confusión, violencia e inseguridad...y dolor. Somos civilizaciones que han atravesado el dolor, luchando por vivir, experimentando las adversidades que nos han llevado hasta aquí: sobreviviendo pestes, guerras y el desafío de que un óvulo pueda juntarse con un espermatozoide y dar origen a la vida, y ser "tú", parte de la humanidad del siglo XXI. Un lugar que muchas veces se oscurece y nos sitúa en un túnel sin salida que nos hace temer a otros tan asustados como nosotros, llevándonos a protegernos e incluso a agredir.

¿Tenemos algo que aprender aún ?

A veces, el pasado nos recuerda que todo cambio comienza por nosotros mismos y más allá de las creencias, la sabiduría del budismo nos ha dejado esas nobles verdades, que quizás nos ayuden a arreglar este mundo comenzando por arreglarnos a nosotros mismos. Entre la oscuridad y la confusión, y el miedo, el budismo nos entrega un faro o linterna si prefieres, que está al alcance de todos: las Cuatro Nobles Verdades. Estas verdades, ofrecidas por el Buda (que es la sabiduría que habita en todo ser humano) hace más de dos milenios, nos dicen qué hacer para encontrar ese camino de paz y serenidad que está en ti, en mí y en cada uno de nosotros. Si estamos en paz , no hay guerra, porque no hay almas que quieran pelear por miedo a las amenazas o a perder algo; estamos seguros.

Las Cuatro Nobles Verdades son un mapa. tú puedes hacer el tuyo propio y atravesar esos estados de crisis , de rabia, de pánico, " los mares turbulentos del sufrimiento "para llegar a la serenidad y la paz interior.


Las Cuatro Nobles Verdades se inician al asumir una primera verdad innegable: la vida duele muchas veces. Desde el nacimiento hasta la muerte, enfrentamos dolores físicos y emocionales, pérdidas y desilusiones. Lo importante es que sobrevivimos, aprendemos y tenemos una nueva oportunidad; no lo perdemos todo mientras estemos vivos, para crear, experimentar. Por eso, la segunda verdad nos revela que el deseo, ese impulso ambicioso compulsivo, puede ser insaciable. No solo queremos más, queremos lo que no necesitamos y nos aferrándonos a lo impermanente, que nos sumerge en luchas perdidas y en en un ciclo interminable de insatisfacción.

Mira lo que tienes y quizás sea mucho más de lo que necesitas.

La tercera verdad nos proporciona herramientas para salir de ese sufrimiento, que muchas veces creemos que solo nosotros lo vivimos. Miramos, admiramos y deseamos lo que creemos que tienen otros, muy cerca de esa envidia que más daña el alma. Definitivamente, la tercera noble verdad nos motiva a liberarnos de ese deseo y de esa aspiración que nos dice que teniendo esto o aquello en el futuro estaremos bien. Aceptar la realidad y así se desvanece de tu mente, y estás en el ahora; comienzas a respirar la plenitud y encuentras la paz en ti.

Desde aquí, puedes ir más allá, iniciar un camino por medio de la sabiduría, aprender de la experiencia, ser conscientes de nuestras responsabilidades en lo que nos sucede y no hacer daño, no aferrarse al bien y esta herramienta que heredamos y es nuestra en todo momento y lugar " la meditación. Es la que calma esa mente traviesa, ansiosa que especula y nos impide estar en el ahora.

La historia del Buda, Siddhartha Gautama, realmente inspira. No se necesita ser budista ni tener que ir al Tíbet para descubrir la felicidad en lo que tenemos hoy, que es la vida. Practicando el desapego y la serenidad de tu corazón.

Creo que es un buen momento para conocer estas Cuatro Nobles Verdades y el Camino Óctuple e iniciar ese cambio al que todos aspiramos, para dejar de destruir y a construir un mundo para todos. Susana Pérez Hidalgo

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