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¿Qué es el Mandala? Su Origen y Función

Actualizado: 30 jul

"Hacer un Mandala es realizar una disciplina tratando de reunir todos los aspectos dispersos de tu vida, para hallar un centro y ordenarte con relación a él. Tratas de coordinar tu círculo con el círculo universal."

Joseph Campbell



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Origen y Significado del Mandala


 ” En los tiempos de transformación en que vivimos, la auto-expresión y contemplación de mandalas nos permite hacer centro en nosotros mismos y expandir nuestra conciencia desde el mundo de la fragmentación y falta de sentido al reino de la interrelación y la totalidad”.

Ana Inés de Avruj


El término mandala proviene del sánscrito y significa "círculo sagrado". Estas estructuras geométricas han sido utilizadas desde tiempos ancestrales como formas artísticas, espirituales y terapéuticas. Los mandalas no solo representan una composición estética, sino que también constituyen poderosas herramientas para el equilibrio, la integración psíquica y la transformación personal.

Su presencia es transversal a múltiples culturas y tradiciones espirituales. Se encuentran en el budismo tibetano, el hinduismo tántrico, y también en culturas originarias de América, como los pueblos Navajo del suroeste de Estados Unidos. En el Tíbet, los mandalas de arena se construyen como prácticas rituales de sanación y contemplación, simbolizando la impermanencia de la existencia. También pueden verse en la naturaleza —en las flores, los frutos, los copos de nieve— como una manifestación espontánea de orden y armonía.

Según Ana Inés de Avruj, “en los tiempos de transformación en que vivimos, la auto-expresión y contemplación de mandalas nos permite hacer centro en nosotros mismos y expandir nuestra conciencia desde el mundo de la fragmentación y la falta de sentido al reino de la interrelación y la totalidad” (Avruj, 2010).

El Mandala como Símbolo Psicológico

Desde la psicología profunda, el mandala ha adquirido un significado clave gracias al trabajo de Carl Gustav Jung. Para él, el mandala es un símbolo del Sí Mismo, es decir, del núcleo integrador de la psique. Jung observó que durante periodos de crisis o desorganización interna, sus pacientes espontáneamente dibujaban mandalas, lo que interpretó como una manifestación del inconsciente colectivo en busca de orden y totalidad.

“El círculo expresa la totalidad de la psique en todos sus aspectos, incluida la relación entre el hombre y la totalidad de la naturaleza” (Jung, 1950, La psicología del inconsciente).

Jung entendía los mandalas como expresiones del arquetipo del orden: configuraciones universales que surgen en sueños, visiones o prácticas simbólicas para ayudar a restaurar el equilibrio psicológico. En las tradiciones orientales, esta función organizadora también está presente: los mandalas son utilizados como objetos de meditación, para liberar la mente, purificar el espíritu y facilitar la comunión con el cosmos.

Función y Práctica del Mandala

La creación de mandalas posee tres funciones principales:

  • Centrar: Permite al individuo conectar con lo esencial, ordenar su experiencia interna y redefinir sus valores prioritarios.

  • Sanar: Facilita la expulsión de perturbaciones emocionales y simbólicamente ayuda en el proceso de liberación de cargas psíquicas.

  • Crecer: Invita a la proyección hacia una nueva dimensión del ser, abriendo camino a la catarsis y al desarrollo personal.

En el ámbito terapéutico, la práctica del mandala consiste en dibujar y colorear libremente dentro de una forma circular. La única consigna dada al paciente es que el espacio interior representa su "yo", y debe comenzarse desde el centro hacia afuera. Este proceso favorece la introspección, la expresión simbólica y la autoexploración.

Análisis e Interpretación del Mandala

A través del análisis del trazo (firme o inseguro), del uso del espacio y de la elección de colores, el terapeuta puede acceder a información profunda sobre el estado emocional y psíquico del paciente. La construcción de mandalas promueve una liberación interna, facilitando la toma de conciencia y la integración de aspectos inconscientes.

El círculo, como forma primordial, es símbolo del origen y la totalidad. En palabras de Jung, “el mandala es el símbolo de la totalidad del ser humano” (Jung, 1972). A través de él, el individuo puede sentirse protegido, reconectar con su centro, y vislumbrar el punto desde el cual emanan todas sus energías vitales. Así, el mandala se convierte en una vía de autoconocimiento y de conexión con lo más profundo y sagrado de la existencia.

Referencias

  • Jung, C. G. (1950). La psicología del inconsciente. Fondo de Cultura Económica.

  • Jung, C. G. (1972). El hombre y sus símbolos. Paidós.

  • Avruj, A. I. (2010). El mandala como camino hacia el centro. Editorial Kier.





 
 
 

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