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Origen del Mindfulness
El origen del mindfulness se encuentra en el Budismo Theravada, lo que significa que el mindfulness tiene más de 25 siglos de antigüedad. Representa el núcleo de las enseñanzas originales de Siddhartha Gautama Sakyamuni, popularmente conocido como Buda (563 a. C.), cuyo objetivo principal era la erradicación o cese del sufrimiento humano. La meditación o mindfulness, concebida y transmitida por Buda, es el método o camino para lograr dicho objetivo; se considera como "el corazón" de la meditación budista.
La transmisión de estas enseñanzas se encuentra en dos discursos o sermones de Buda: el Anapanasati Sutra (Rosenberg, 1999) y el Satipathana Sutra (Nianaponika Thera, 1962). Después de más de dos siglos de la muerte de Buda, estas enseñanzas fueron recopiladas en el Abhidharma, que es una de las tres divisiones de los textos esenciales del Budismo (las otras dos son Sutta y Vinaya). El Abhidharma podría considerarse como la base de los fundamentos teóricos del mindfulness. (Mañas Mañas, 2009)
El mindfulness es, por lo tanto, un tipo de meditación llamada meditación vipassana, que significa "plena conciencia de la respiración", y es la más antigua de todas las prácticas meditativas budistas. (Kabat-Zinn, 2012)
Beneficios del Mindfulness
El mindfulness ha sido objeto de estudio durante más de treinta años, y desde entonces ha habido evidencia empírica que revela cómo las prácticas de mindfulness contribuyen a restablecer el equilibrio emocional. Esta eficacia se ha documentado en muchos campos de la psicología y la medicina, principalmente en el tratamiento de la ansiedad, el estrés, la depresión, entre otros. (Sánchez Iglesias & Castro, 2016)
Siguiendo la misma línea, la Reducción del Estrés Basada en la Atención Plena (REBAP) también ha demostrado que el mindfulness tiene un impacto positivo en la forma en que el cerebro procesa la información en situaciones de alto estrés y emociones intensas, facilitando la activación del lado derecho de la corteza prefrontal en lugar del lado izquierdo, lo cual está asociado con la regulación emocional y produce cambios significativos en el sistema inmunológico. (Kabat-Zinn, 2012)
Además, las prácticas de mindfulness provocan cambios en la estructura cerebral, engrosando el hipocampo, que está relacionado con la concentración, el aprendizaje y la memoria, y reduciendo el tamaño de la amígdala derecha, una estructura del sistema límbico que regula las emociones de miedo y amenaza. (Kabat-Zinn, 2012)
Por otro lado, el mindfulness ha contribuido a incrementar la conciencia y la capacidad de responder de manera adecuada a los procesos mentales que contribuyen a la angustia emocional y al comportamiento maladaptativo en la psicología contemporánea.