
La inteligencia social y emocional es un factor importante en la salud mental y en la experiencia de bienestar en general. Las relaciones sociales positivas y la presencia de vínculos profundos constituyen un elemento protector ante las diferentes situaciones de la vida, protegiendo del estrés y de la depresión.
Habitar el momento presente.
Aprendiendo a vivir en la cotidianidad
de manera relajada y consciente.
menos estrés y más plenitud.
En los niños el aprendizaje y el juego son necesarios para el desarrollo cognitivo/emocional. La psicomotricidad, la creatividad, la inteligencia cognitiva y emocional requiere de instancias lúdicas para ser relevantes en que lo vivencial. El hacer y el pensar adquieren sentido si estamos divirtiéndonos y motivados.
Estas vacaciones de invierno ofrecemos una instancia juego con dinámicas en que se integra lo motriz (movimiento) y lo psíquico (socio. Afectivo y cognitivo).