Ante la noticia de "tener cáncer," pueden surgir múltiples reacciones que dependen de la manera de ser y del estado emocional de cada persona. El tipo de cáncer tiene un impacto menor en comparación con el impacto emocional de la palabra "cáncer," que a menudo se asocia con la muerte y genera un profundo sufrimiento.
Las personas con cáncer presentan distintos grados de sufrimiento. Algunas personas tienen un grado bajo de sufrimiento, a veces porque evaden o disocian, lo que puede llevar a un descuido de su salud. Otras personas experimentan grados más altos de dolor, pudiendo llegar a tener un cuadro severo de depresión y una actitud de desesperanza que las lleva a rendirse. El grado de sufrimiento varía; hay quienes logran adaptarse a la experiencia, que marca un antes y un después, ya que, aun cuando se mejoren, estará presente la idea de vivir con cáncer.
La soledad y el aislamiento agravan el sufrimiento ante la amenaza de muerte que representa el cáncer. Es fundamental contar con redes de apoyo y la compañía de personas cercanas que empaticen y puedan conectarse con la persona que padece esta enfermedad. Estudios han demostrado que el apoyo afectivo incrementa la posibilidad de un mejor pronóstico, incluso en personas desahuciadas. Por terrible que parezca, la muerte nos llega a todos, pero con una red afectiva importante, cuando no hay remedio ni posibilidades de supervivencia, lo que queda es morir en paz. Esto no implica que previo a esto no sea fundamental protegerse, cuidarse y, sobre todo, tratarse. Muchas personas, por falta de apoyo, un bloqueo emocional o por venir con alguna patología mental previa como depresión o ansiedad, pueden tener actitudes de descuido o definitivamente negarse a recibir ayuda.
La psicooncología se presenta como una herramienta esencial para los pacientes con cáncer. Según diversas estadísticas, uno de cada cuatro de ellos sufre de trastornos afectivos que pueden influir negativamente en su enfermedad y en su estabilidad emocional. El miedo y la incertidumbre que genera el diagnóstico de cáncer pueden alterar significativamente el estado psicológico del paciente, afectando la evolución de la enfermedad.
Este campo interdisciplinario combina la psicología con las ciencias biomédicas, enfocándose en el diagnóstico, intervención y rehabilitación de quienes enfrentan esta difícil situación. La psicooncología no solo busca aliviar el sufrimiento emocional, sino que también proporciona recursos y estrategias que permiten a los pacientes tomar control sobre sus emociones y pensamientos, ayudándoles a alcanzar un equilibrio mental y bienestar.
Las intervenciones en psicooncología se dividen en tres categorías fundamentales: educativas, conductuales e individuales. Las intervenciones educativas empoderan a los pacientes a través de la información, permitiéndoles tomar decisiones más conscientes sobre su tratamiento. Las intervenciones conductuales se centran en mejorar la actitud de afrontamiento y el comportamiento ante los síntomas y efectos secundarios del tratamiento. Por último, las intervenciones individuales fomentan un espacio seguro para que los pacientes compartan sus preocupaciones y emociones, lo cual es crucial para su bienestar emocional.
El sufrimiento en pacientes con cáncer puede manifestarse de varias maneras:
Adaptación normal: Ocurre cuando la persona realiza cambios en su vida para manejar una situación estresante, como un diagnóstico de cáncer. En este caso, la persona aprende a hacer frente al sufrimiento emocional y resuelve los problemas relacionados con el cáncer.
Sufrimiento psicológico y social: Se presenta cuando una persona tiene dificultades para hacer cambios en su vida a fin de manejar una situación difícil. El sufrimiento puede variar desde sentimientos normales de vulnerabilidad y tristeza hasta aquellos que afectan la calidad de vida, como la depresión, el pánico y la crisis espiritual. Quizás sea necesaria la ayuda de un profesional para aprender nuevas habilidades para enfrentar la dificultad.
Trastorno de adaptación: Ocurre cuando una persona tiene muchos problemas para hacer cambios en su vida para manejar una situación difícil, como un diagnóstico de cáncer. Se presentan síntomas como depresión, ansiedad u otros problemas emocionales, sociales o de comportamiento que empeoran la calidad de vida de la persona. Es posible que sean necesarios medicamentos y la ayuda de un profesional para controlar esos síntomas.
Trastorno de ansiedad: Es una afección en la que una persona presenta ansiedad grave, que puede ser desencadenada por una situación estresante, como un diagnóstico de cáncer, o sin ninguna causa conocida. Los síntomas incluyen preocupación excesiva, miedo y aprensión, que pueden afectar significativamente la capacidad de una persona para llevar una vida normal. Los trastornos de ansiedad incluyen:
Trastorno de ansiedad generalizada
Trastorno de pánico
Agorafobia
Trastorno de ansiedad social
Fobias específicas
Trastorno obsesivo-compulsivo
Trastorno de estrés postraumático
Contar con el apoyo de un profesional en psicooncología, ya sea de manera presencial o a través de plataformas en línea, puede ser un gran alivio para los pacientes, ayudándoles a sobrellevar el miedo y la inquietud que conlleva el cáncer. La ayuda psicológica es fundamental en el tratamiento integral del cáncer, entregando herramientas para una mejor salud física y emocional.
Un estudio de Hulbert-Williams et al. (2018) en el Journal of Psychosocial Oncology refuerza la importancia de la intervención psicooncológica, mostrando que los pacientes que reciben apoyo psicológico tienen una mejor adaptación y enfrentamiento de la enfermedad, reduciendo significativamente los niveles de ansiedad y depresión. Esta evidencia subraya la necesidad de integrar la psicooncología en el tratamiento del cáncer para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
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