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Las altas capacidades intelectuales en niño/as y adolescentes: Lo que deben saber los padres




Las altas capacidades intelectuales hacen referencia a aquellas personas, como niños, niñas y jóvenes, que poseen habilidades cognitivas muy superiores a la media, lo que se manifiesta en destacar en algunas ámbito y/o un rendimiento excepcional en alguna aréa específica del conocimiento.

Esta condición no implica simplemente una inteligencia superior desde el punto de vista cuantitativo, sino que incluye diferencias cualitativas significativas en la forma en que estas personas procesan, almacenan y recuperan información.

Tradicionalmente, el modelo educativo se ha centrado principalmente en las diferencias intelectuales cuantitativas, ignorando aspectos esenciales como los diversos estilos de aprendizaje y la particular manera en que estos alumnos procesan la información. Esta falta de atención deja desatendidas sus necesidades e inquietudes educativas específicas, generando dificultades de adaptación, desmotivación escolar e incluso bajo rendimiento académico. Esto ocurre porque un aprendizaje eficaz requiere integrar componentes emocionales, motores e intelectuales, elementos que generalmente no se consideran. Además, la rapidez con la que estos niños y jóvenes comprenden algunos contenidos puede llevarlos al aburrimiento en clase, provocando problemas conductuales y constantes quejas que a largo plazo afectarán negativamente su autoestima.

Por otro lado, para los padres, acompañar a hijos con altas capacidades también puede representar un desafío significativo, ya que estos niños no suelen aceptar las normas de manera pasiva. Necesitan explicaciones convincentes y satisfactorias; cuando no las reciben, pueden mostrarse rebeldes, oposicionistas o tercos. Esta dinámica desespera a los padres, quienes en ocasiones pierden la paciencia, lo que a su vez genera problemas adicionales en la relación familiar y en los propios niños. Estos últimos se encuentran en un constante conflicto interno porque no comprenden bien qué les sucede y sienten que tampoco los adultos los entienden. Esto puede llevarlos a experimentar angustia, ansiedad e incluso depresión.

Muchos niños con altas capacidades reciben diagnósticos erróneos porque la atención suele enfocarse en sus comportamientos disfuncionales y no en entender verdaderamente cómo son y qué les ocurre. En contextos escolares, se les etiqueta injustamente como "problemáticos" debido a la incomprensión y la crítica constante. Estos factores generan problemas emocionales importantes que suelen manifestarse a través de conductas desadaptativas. Esta situación se vuelve aún más compleja cuando estos niños presentan otras condiciones asociadas, como Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), ansiedad generalizada, trastornos del espectro autista, o rasgos específicos de personalidad, como características obsesivas o perfeccionistas.



"El Cerebro Neurodivergente de los Niños con Altas Capacidades: Una Mirada a la Asincronía y la Hipersensibilidad"




Investigadores como Robinson, Olzewski y Kubilius han identificado características comunes en los niños y jóvenes con altas capacidades, tales como un desarrollo neuropsicológico asíncrono, entendido como un desarrollo desigual entre aspectos emocionales, cognitivos y sociales. Esta condición ha sido ampliamente documentada por Silverman (2012), quien señala que la asincronía puede ser particularmente problemática porque provoca un desfase significativo entre las habilidades cognitivas avanzadas y el desarrollo emocional correspondiente a su edad cronológica. Adicionalmente, estos niños suelen mostrar adquisición precoz del lenguaje, curiosidad insaciable, una excepcional memoria a largo plazo, intereses avanzados en comparación con sus pares y una notable sensibilidad emocional.

La investigación neurocientífica reciente destaca que ciertos circuitos neurogliales, desarrollados mediante la sistemogénesis heterocrónica, generan una disarmonía en el desarrollo mental y emocional (Geake, 2009). En términos más simples, el cerebro de una persona con altas capacidades es neurodivergente; posee una estructura y funcionalidad cerebral únicas y distintivas. Según estudios de neuroimagen como los realizados por Shaw et al. (2006), estos individuos presentan una mayor eficiencia neural, lo que explica en parte su funcionamiento cognitivo diferencial.

Existen tres factores esenciales que constituyen la base de las altas capacidades: el sustrato neurobiológico, responsable de esta eficacia cerebral; el funcionamiento cognitivo diferencial, que implica una forma singular de procesar la información; y la constante interacción entre características individuales y factores contextuales, que influyen significativamente en cómo se desarrolla y manifiesta su potencial plenamente. Esta combinación genera una mayor reactividad emocional y exige una gestión emocional avanzada. Aunque intelectualmente están adelantados, su desarrollo emocional suele estar alineado con su edad cronológica, generando una presión adicional debido a que no siempre logran procesar emocionalmente todo lo que captan y perciben, aumentando así el riesgo de estrés, ansiedad e incluso depresión (Webb, Gore, Amend y DeVries, 2007).


Es importante destacar que existen diferentes tipos dentro del espectro de las altas capacidades:

  • Superdotación: Niños capaces de aprender fácilmente en cualquier área, con alto rendimiento intelectual generalizado.

  • Talento Simple: Destacan en habilidades específicas o tipos concretos de procesamiento cognitivo, aunque pueden presentar niveles medios o bajos en otras áreas.

  • Talento Complejo: Combinación de aptitudes específicas, como el talento académico (verbal, lógico, memoria) o artístico (perceptual, espacial, creativo).

  • Precocidad Intelectual: Niños que muestran características avanzadas en edades tempranas, aunque estas ventajas pueden no mantenerse a lo largo del tiempo.



"Detectar y acompañar: qué hacer si crees que tu hijo o hija tiene altas capacidades"




Es fundamental comprender , entender , apoyar a tu hijo o hija . Comenzar por realizar un diagnóstico clínico integral que considere factores como la disincronía, entendida como el desfase entre el desarrollo intelectual y el emocional. En niños menores de 6 años, un psicólogo especialista en neurodivergencia podrá evaluar mediante técnicas como el juego terapéutico, y recopilando información de los padres y profesores, para determinar el funcionamiento del niño. Esta evaluación permitirá identificar las particularidades cerebrales propias de estas personas y definir estrategias que los ayuden emocionalmente, facilitando su adaptación y garantizándoles la infancia que merecen.

En niños mayores de 6 años, es recomendable incluir, además también una evaluación neuropsicológica , que a través de pruebas específicas podrá determinar si existe un desarrollo heterogéneo del cerebro.

Debido a esta complejidad, el diagnóstico requiere un enfoque multidimensional e interdisciplinario que considere factores educativos, neuropsicológicos y emocionales. Por esta razón, además del neuropsicólogo, es indispensable una evaluación psicológica integral para determinar cómo el niño o joven está siendo afectado emocionalmente.

En consecuencia, es urgente adoptar una educación inclusiva y personalizada que responda adecuadamente a las necesidades específicas de estos niños y jóvenes. Debemos aceptar y entender que poseen un funcionamiento cerebral diferente, destacándose no sólo por su capacidad de aprendizaje, sino por su particular calidad de procesamiento de información. Como bien expresa el Dr. Mel Levine: “Hay mentes diferentes que aprenden de una manera muy diferente.”

Reconocer, comprender y atender estas diferencias es el primer paso para que estos niños y jóvenes desarrollen plenamente su potencial, beneficiando su crecimiento personal y aportando significativamente al desarrollo de nuestra sociedad.



En Centro Rumbos contamos con talleres especializados en gestión emocional y habilidades sociales, diseñados especialmente para niños y niñas neurodivergentes, incluyendo aquellos con altas capacidades cognitivas.

Nuestros programas están enfocados en acompañar su desarrollo emocional, social y personal a través de estrategias respetuosas y basadas en la evidencia.

Te invitamos a conocer más sobre nuestros talleres, horarios y profesionales en nuestra página web: https://www.centrorumbos.cl/talleresycharlas

 
 
 

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