“Ataques de ansiedad: cómo reconocerlos, entenderlos y recuperar la calma”.
- Centro Rumbos
- 20 abr
- 3 Min. de lectura
No es lo que nos pasa, sino cómo lo interpretamos, lo que nos afecta."
Epicteto (filósofo estoico)

Quienes han pasado por un ataque de ansiedad saben lo fuerte que puede ser. Llega de forma repentina, sin previo aviso, y en pocos minutos todo parece salirse de control. El corazón se acelera, respirar se vuelve difícil, sientes presión en el pecho, mareos, sudor, y una gran angustia que parece intensificarse. Lo peor es la sensación de que algo muy grave va a pasar, aunque en realidad no estás en un peligro real.
Muchas personas piensan que están sufriendo un infarto, o incluso sienten que están “perdiendo la razón”. Pero lo que realmente ocurre es que el sistema de alarma del cuerpo —el que normalmente te protege frente a un peligro— se activa sin que haya una amenaza concreta. Aunque resulte demasiado incómodo, es más común de lo que imaginamos. No es signo de debilidad ni de locura: es una señal de que algo necesita ser atendido con cuidado.
Cuando los ataques se repiten, y aparece el temor constante de que vuelvan a ocurrir, hablamos de trastorno de pánico. Este puede presentarse junto con otras condiciones como fobias, trastorno de estrés postraumático o consumo problemático de sustancias.
¿Y ..cuál es la diferencia entre un ataque de ansiedad, ansiedad generalizada y un ataque de ira?
Un ataque de ansiedad (o ataque de pánico) es una oleada intensa y repentina de miedo o malestar, que alcanza su punto máximo en pocos minutos. Suele incluir síntomas físicos y mentales muy intensos. Por otro lado, la ansiedad generalizada se manifiesta como una preocupación constante, prolongada y difusa. En cambio, un ataque de ira implica una explosión emocional de enojo, que puede incluir gritos o llanto, pero no tiene el miedo irracional e inmediato que caracteriza al ataque de ansiedad.
Tener un ataque de ansiedad no significa necesariamente que padezcas un trastorno de pánico. Esto se evalúa si los episodios son frecuentes, inesperados y afectan significativamente tu calidad de vida.
¿Qué se siente y por qué ocurre?
Cada persona lo vive de manera distinta. Algunas experimentan sólo síntomas físicos (palpitaciones, temblores, sudoración), mientras que otras tienen pensamientos catastróficos o una necesidad urgente de escapar. Incluso puede suceder durante la noche: la persona se despierta con el corazón acelerado, dificultad para respirar y miedo intenso. Es una experiencia muy desconcertante.
Las causas son variadas: predisposición genética, situaciones de estrés prolongado, experiencias traumáticas, consumo de sustancias o ciertas condiciones médicas (como el hipertiroidismo). Desde el punto de vista biológico, los ataques se explican por una activación del sistema nervioso simpático, que reacciona como si existiera un peligro real.
¿Qué hacer si me ocurre?
Lo más importante en momentos difíciles es buscar apoyo. Rodearte de personas cercanas que te brinden contención emocional puede hacer una gran diferencia. Recordá que lo que estás sintiendo es como una ola: aunque parezca intensa, eventualmente pasará, y tener esa perspectiva ayuda a calmarse.
" Donde hay miedo, hay una oportunidad para conocerte mejor."
Krishnamurti
Incorporar ejercicios de respiración, pensamientos positivos y recursos de autorregulación emocional también puede ser muy útil.
Además, contar con un acompañamiento profesional te permitirá no solo prevenir y reducir estas crisis, sino también comprender qué te está ocurriendo, aprender a regular tu sistema nervioso y trabajar con herramientas terapéuticas como la psicoterapia, la práctica de mindfulness o incluso la hipnosis clínica, si está indicada.
El mindfulness ayuda a identificar las señales del cuerpo y la mente sin juzgarlas, favoreciendo una mayor presencia y calma. Con la práctica constante, contribuye a reducir la ansiedad anticipatoria y a salir del círculo del miedo.
Basado en fuentes como el DSM-5, NIMH, y autores como Clark, Craske, Barlow y Nardone. Para más información y apoyo, visita: www.centrprumbos.cl
Muy util, muchas gracias!