Impresiona que los familiares de consumidores de droga, se muestran preocupados respecto a la situación país actual, el consumo de sus familiares y en algunos casos el posible retroceso o estancamiento de sus tratamientos.
Pareciera ser que el consumo (en todas sus formas) ha sido una práctica que ha caracterizado los últimos días, lo que por supuesto podría intensificarse en consumidores habituales, debido a la angustia, la ansiedad, el aislamiento social y el cambio de la rutina.
La intención no es justificar por estos días el consumo, pero sí intentar entender y/o tener una mirada comprensiva respecto a lo que ocurre, buscando las mejores herramientas de abordaje a esta problemática, ya sea en el espacio de la cuarentena, y por qué no, en la búsqueda de tratamiento.
Nos parece que hipotetizar la intensificación del consumo a algo (razones), reduce y aminora el problema a un solo factor, considerando que hay diversos elementos subjetivos y personales que se ponen en juego, ya sea la preocupación por el trabajo, por la salud, por los familiares, por el aislamiento, entre muchas otras cosas.
Pese a lo anterior, diversos profesionales estaríamos de acuerdo con que la mantención de la rutina podría ayudar a minimizar la ansiedad, la incertidumbre y diversos malestares asociados. En este sentido, una buena estrategia, puede ser la continuidad de tratamiento por videoconferencia o por teléfono, dada la importancia de la contención constante, el apremio al habla y la posibilidad de poner en palabras diversos sentires actuales.
En el caso de ser quien tiene algún problema en su relación con el consumo, algunos consejos a considerar podrían ser buscar ayuda, básicamente para comentar lo que se está sintiendo y poder manifestar si existen deseos de consumo, creyendo que manifestar lo que ocurre podría atenuar dicho deseo, tornándose fundamental que exista un otro -profesional o no-, que valide y escuche aquel sentir.
Psicólogo y Coordinador Clínico Centro Rumbos.
Especialista en Adicciones y Patología Dual.
ENG
COVID-19 AND CONSUMPTION
24 May 2020
It is impressive that the relatives of drug users are concerned about the current situation in the country, the consumption of their relatives and in some cases the possible regression or stagnation of their treatments.
It seems that consumption (in all its forms) has been a practice that has characterized the last few weeks, which of course could intensify in habitual consumers, due to anguish, anxiety, social isolation and change in routine.
The intention is not to justify the consumption of these days, but to try to understand and have a comprehensive view on what happens, looking for the best tools to address this problem, either in the space of quarantine, and why not, in the search for treatment.
It seems to us that hypothesizing the intensification of consumption to something (reasons), reduces and lessens the problem to a single factor, considering that there are various subjective and personal elements that are put into play, whether it is concern for work, health, family members, isolation, among many other things.
Despite the above, several professionals would agree that maintaining a routine could help minimize anxiety, uncertainty and various associated discomforts. In this sense, a good strategy could be the continuity of treatment by videoconference or telephone, given the importance of constant contention, the pressure to speak and the possibility of putting into words various current feelings.
In the case of those who have some problem in their relationship with consumption, some advice to consider could be to seek help, basically to talk about what one is feeling and to be able to express if there is a desire for consumption, believing that manifesting what is happening could attenuate that desire, making it fundamental that there will be another one - professional or not - who validates and listens to that feeling.
Psychologist and Clinical Coordinator Centro Rumbos.
Specialist in Addictions and Dual Pathology